¿Cómo definir el perfil tipo de tu cliente? ¿Qué estrategia debes adoptar para negociar tus tarifas de traducción?
La traducción profesional es una relación comercial, como cualquier otra, en la que se negocia una tarifa. Pero, a veces, el traductor profesional no sabe cómo actuar ante un cliente que quiere negociar el precio de una traducción. Aquí tienes algunas sugerencias.
¿Tacaño, ignorante, desconfiado? ¿Cómo es mi cliente?
En el ámbito de la traducción profesional, en lo que respecta al precio, encontramos tres tipos de clientes. Según el tipo de cliente con quien estés tratando, negociarás de una u otra forma. Por ello, debes saber reconocer con qué tipo de cliente estás acordando:
1. EL TACAÑO
Este tipo de cliente siempre busca la opción más económica del mercado sin importarle la calidad del trabajo. Y no tendrá ningún problema en cambiarte por una alternativa más barata.
2. EL IGNORANTE
Este tipo de cliente exige un precio muy bajo porque no tiene idea de lo que implica hacer una buena traducción profesional. Nunca nadie le explicó el tiempo que insume la investigación léxica, elaborar un glosario o realizar la corrección final. Y no hablemos de la formación inicial, sobre todo, si uno desea dedicarse a la traducción especializada, como podría ser la traducción jurídica, la traducción financiera, o incluso, la traducción técnica.
3. EL DESCONFIADO
Este tipo de cliente sabe muy bien lo que es una traducción de calidad y lo importante que es, pero debe estar convencido de que eres competente y que eres la mejor opción para él.
Negociar la tarifa de traducción: ¿Qué estrategia adoptar?
No eliges la misma estrategia según el tipo de cliente con el que lidias. Encuentra abajo 3 estrategias que puedes adoptar para negociar bien las tarifas de traducción:
ESTRATEGIA #1 : “Mejor solos que mal acompañados.”
Con un cliente tacaño, no vale la pena negociar. Este tipo de cliente nunca valorará tu trabajo y te planteará cualquier tipo de inconveniente. Déjalo que busque traducciones hechas «a la que me importa», y libérate de él, pues no es más que fuente de problemas.
ESTRATEGIA #2 : “No hay peor ciego que el que no quiere ver.”
Nunca olvides que un cliente ignorante puede convertirse en un buen cliente. Ábrele los ojos y, dale tus argumentos, seguramente, estará dispuesto a pagarte un precio más justo.
ESTRATEGIA #3 : “Grandes problemas grandes soluciones.”
¿Tu cliente es desconfiado? Despliega todos los recursos que tienes a tu disposición (formación, experiencia, cartera de clientes, etc.) para mostrarle que eres el traductor profesional apropiado para su proyecto, y la negociación se desarrollará sobre una base sólida.
¿Conoces a otros tipos de clientes? ¿Cuáles son tus estrategias? ¡Cuéntanos tu experiencia en los comentarios!
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