Ocho intérpretes de Cultures Connection trabajaron para RefComm en una actividad de apoyo técnico en el reciclado de residuos petrolíferos.
Se sabe que las palabras son mentirosas, ya lo dijo la escritora Clarice Lispector. Si para los especialistas resulta un desafío mental la explicación de términos técnicos tan escurridizos como “coquización retardada” o “recuperación de azufre”, su interpretación en otro idioma es casi inmanejable. Los profesionales de Cultures Connection debieron enfrentarse a ellos en RefComm Buenos Aires, unas jornadas de conferencias, exhibiciones y prácticas petrolíferas que se realizaron entre el 5 y 8 de noviembre pasados en el Hotel NH. ¿El resultado? Discursos mansos, entendibles para el provecho de los asistentes.
Refining Community (RefComm) organiza tres veces al año este tipo de actividades para ofrecer apoyo técnico, de entrenamiento y consultoría a los equipos de trabajo de las empresas más importantes del sector petrolero y de refinería internacional. Este 2018, luego de pasar por España y Estados Unidos, el turno le tocó a Argentina.
Ocho intérpretes de Cultures Connection ofrecieron durante cuatro días completos un servicio de interpretación simultánea inglés-español y español-inglés de presentaciones que requirieron la máxima exigencia. “Alcanzar el conocimiento que se necesita para una mayor producción con menores riesgos” era la consigna y la agencia hizo todo lo que estuvo a su alcance para facilitarla.
Los primeros dos días consistieron en prácticas dictadas por expertos que les permitieron a los enviados de las principales marcas petroleras aprender sobre las tendencias en el reciclado de residuos petrolíferos, la optimización de procesos, casos ejemplo en países desarrollados y en vías de desarrollo, investigaciones en el campo de la química y la aplicación de nuevas tecnologías. Como validación de las horas invertidas, los presentes recibieron certificados de asistencia.
Las últimas dos jornadas reunieron una conferencia técnica y exposiciones de las compañías especializadas. “Era una temática complicada sobre refinería y petróleo, todos los presentes eran de empresas afines. Muchos se acercaban a los intérpretes y los felicitaban. Los intérpretes estaban muy contentos con el feedback”, cuenta María, representante de la sede en Buenos Aires de Cultures Connection, quien asistió los cuatro días para asegurar la buena atención al cliente.
La interpretación como cable a tierra
Todos los intérpretes contratados por la agencia coinciden en que el mayor reto fue la complejidad técnica de los temas que se trataban, vinculados a los procesamientos de coque y de azufre. Afirman que pudieron sortearlo con éxito gracias a su experiencia previa, colaboración e, incluso, los aportes de los propios asistentes que, sorprendidos por el buen nivel, se acercaban con entusiasmo para ayudarlos a perfeccionar sus versiones y les informaban sobre equivalentes inglés-español de algunos términos.
María relata que la audiencia estaba muy impresionada y prestaba mucha atención a las exposiciones. A tal punto de que notaba en sus audífonos las diferencias de voces de los intérpretes cuando se turnaban cada 20 minutos, tiempo de trabajo recomendado para poder descansar y mantener el rendimiento. Después les consultaban la razón con mucha curiosidad.
Según comenta, “la situación fue simpática porque les preguntaban a los intérpretes si habían estudiado química y ellos les explicaban su trabajo, que les enviaban el material y los estudiaban. Varias personas nos dijeron ‘son muy buenos, parece que trabajan en eso, no se confundían en nada’”.
Gerardo, uno de los intérpretes de las jornadas, destaca como punto importante que RefComm haya enviado con anticipación presentaciones y manuales sobre el evento. Esto le permitió revisar todo el material con tiempo para una mejor preparación: “Pienso que tener un marco cognitivo previo permite contextualizar y comprender mejor los elementos nuevos que inevitablemente aparecen en conferencias”.
Las disertaciones se desarrollaron con total puntualidad. Durante los primeros dos días se utilizaron cuatro salas en simultáneo, mientras que en los últimos dos se usaron dos salas a la vez. Los intérpretes trabajaron con la aplicación sli.do, una herramienta que les permitía ver las preguntas del público desde las cabinas con el fin de adaptarlas al inglés.
A Marifé, otra de las contratadas para la ocasión, le tocó participar dos días en dupla en una sala donde se desarrolló un curso de capacitación sobre cámaras de coke. “Tuvimos un solo orador en inglés ambos días, y sesiones de preguntas y respuestas en los dos idiomas. El orador era muy claro, específico y no hablaba demasiado rápido. Era un tema muy técnico, pero al tener la presentación pudimos hacer glosarios, lo que simplificó mucho todo”, reconoce la intérprete por el Colegio Saint Catherine de Cambridge.
“Un mismo término puede tener un equivalente distinto en diferentes países de América Latina, como por ejemplo ‘stripper’, que un participante colombiano tradujo como ‘despojador’, pero que en Argentina se conoce como ‘separador’ o ‘depurador’. Como intérprete, uno comprueba que, con mucha frecuencia, las lenguas de especialidad están sujetas a variantes dialectales”, explica Gerardo, formado en Interpretación en el Centro de Capacitación para Intérpretes y Traductores de Buenos Aires.
Así, RefComm cerró el año cumpliendo sus objetivos en una industria donde se augura un futuro lleno de cambios y desafíos. Por este motivo, ya tienen la mira en 2019, que lo tendrá como organizador de nuevas presentaciones similares en Estados Unidos, Holanda y Chile. Porque la mejor forma de afrontar nuevos retos es preparándose.
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